Todo un prodigio de la ingeniería genética aplicada en los vegetales nos enseñaron en el cole, criar garbanzos. Una práctica que se hacía en décadas anteriores y posteriores y aun así todavía existe hambre en el mundo.
Consistía en pillar un bote en el que se ponían unas bolitas de algodon y depositar unos cuantos garbanzos, lentejas o alubias. También existía la variante de poner un papel secante alrededor de bote y en medio llenarlo de serrín y colocar las semillas entre el papel y el vidrio.
Cada día, había que ir vigilando que el algodón estuviese húmedo y si lo hacías bien, con el paso de los días podías ver como tu garbancito iba echando raíces y hojitas.
Buen blog,buena data, felicitaciones. Me gustaría agregarlos en el mío si les parece. Saludos
ResponderEliminarYo lo hacía con judías. Una vez se pudrió la judía, nos dimos cuenta por el aroma que echaba.
ResponderEliminarYo lo hacía con lentejas.... Lo que no recuerdo es que pasaba una vez que crecían... ¿Las tiraría mi madre o el profe a la papelera?
ResponderEliminarEs cierto, era supermono, yo plante lentejas en un yogur pero no paso nada... debi hacerlo mal o algo.
ResponderEliminarEso era típico en clase de "naturales", bueno, y decir que cuando nos tocaba hacer alguna cosa de estas era una fiesta, primero porque era algo distinto, y segundo porque suponía dejar los libros un poco jeje.
ResponderEliminarAnda que no he germinado yo garbanzos...
ResponderEliminarA mi se me morían siempre jajajajaja
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