Y es que en nuestra infancia las meriendas experimentaron una evolución como los pokémon, a cada cual mejor.
Todo empezó cuando apareció el Bimbollo, que no era otra cosa que un bollo de Bimbo, que nuestras madre abría y nos metía dentro lo que fuera, chocolate, jamón, chorizo ...
Mas tarde apareció el "Mi Merienda" Que era el clásico Bimbollo que venía con una chocolatina de Nestle y siempre traía alguna pegatina para coleccionar.
Era como un kit de montaje en el que insertabas la chocolatina dentro del panecillo a modo penetración, con mucho cuidado de no romperla, porque la verdad es que era un pelín finita para tanto cacho de pan.
Y paralelamente Panrico sacó el mítico Bollicao que ha sobrevivido a los tiempos. En el que el bollo ya venía montado y llevaba su chocolatito metido dentro al estillo churrito de nocilla.
Yo comía bimbollos, pero primero me zampaba el bollo y la chocolatina me la guardaba para el final.
ResponderEliminarMíticos los bollicaos. No creo que exista persona nacida en los 80 que no se los zampara en los recreos del cole o a la hora de la merienda. Qué tiempos aquellos.
ResponderEliminarYo también era de bollicaos !!!! Aun me como alguno para recordar viejos tiempos ;)
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