Todos hemos usado en el colegio el típico carpesano con anillas para guardar los deberes. A veces hasta llevábamos uno para cada asignatura.
Claro que si eras un poco desastre en cuestiones de orden y demás, los agujeritos de los folios acababan todos rotos y los deberes se convertían en un caos de páginas sin ningún orden. Luego la "señorita" te los pedía para revisarlos y cerito al canto, por zafio.
Para evitar el desastre comprábamos en la papelería de la esquina (en aquella época no había tiendas de chinos) unas arandelas de plástico que se pegaban en los agujeros rotos y de esta forma evitábamos perder las hojas. Con el tiempo se acababan despegando pero de momento servían para tener durante unos días los deberes ordenados.
¡Las arandelas! XDD
ResponderEliminarEntrar en este blog es entrar en mi niñez.
Las arandelas que yo usaba venían me parece que como en unos sobres de cartón naranja en los que había varias hojitas de papel de cera amarillento donde iban pegadas... pero la verdad ya no podría jurarlo. Es que durante un tiempo fui un verdadero zaforas y destrozaba las hojas. Aquellas hojas cuadriculadas con cuadraditos grandes y otras con pequeñitos...
ResponderEliminarcarlos