Otro juguete no apto para la hora de la siesta que pudimos disfrutar durante los 80 fue el Xylomatic, una especie de xilófono extraño con el que deleitabas a la familia con tus creaciones musicales.
Este engendro musical de la casa Congost consistía en un rodillo con una manivela y lo que sería un rudimentario xilófono. En el rodillo había unas piezas de plástico que tú debías colocar a la altura de la nota correspondiente, estaba dividido en franjas de colores para facilitarte el trabajo. Una vez tenías todas las notas colocadas ya sólo quedaba darle a la manivela sin parar para que toda la familia pudiese disfrutar de tu música.
Traía un pequeño librito con las "partituras" de conocidas canciones, pero también podías dejar volar tu imaginación y componer tus propias melodías.
Xi lo ma tic, azul con azul
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